Sobre lo contemporaneo y su naturaleza

En este escrito vamos a reflexionar sobre la contemporaneidad, pero no sobre qué es, porque de eso ya se encargan otros escritos, sino sobre su naturaleza; particularmente desde la perspectiva de la arquitectura. Para ello, propongo establecer que la contemporaneidad no es un periodo. Un periodo tiene un comienzo y final. Segundo, para abordar la discusión desde la perspectiva arquitectónica, propongo que las granjas verticales son un concepto contemporáneo. | No es exclusivo a un tiempo, pero se adhiere al nuestro por la necesidad real de ampliar el marco del diseño arquitectónico. Esta necesidad reacciona a un problema. Entonces, propongo los dos puntos anteriores por su relación entre uno y el otro. Al elaborar la primera proposición, con tal de convencerlos, podré pasar elaborar en la segunda proposición, con la finalidad de que mutuamente se complementen para que así sean más persuasivos por sí solos. Al ambos compartir el tema de contemporaneidad, la relación deberá presentarse con claridad.

Al igual que lo primitivo no es una época fija en el tiempo, en este caso ya pasado, tampoco lo es la contemporaneidad. Una guerra catastrófica o algún evento natural devastador (por decir solo dos) es lo que hace falta para llevar a un país de regreso a lo que conocemos como lo primitivo. Es un error decir ‘la época primitiva’, y de igual manera sería un error decir ‘la época contemporánea’. La contemporaneidad es un fenómeno pasajero que se manifiesta como una relación singular con algo o alguien que reacciona a los problemas en a través del tiempo. Eso es lo que Giorgio Agamben llama como ‘la oscuridad’; los problemas, que, a su vez son temporeros y pasajeros, porque para cada problema hay una solución, al menos idealmente, por lo que los problemas tienen fin, pero los problemas en sí parecen no acabarse y, por lo tanto, la contemporaneidad se sigue rehaciendo.

Establecido el primer argumento, podemos pasar a explorar el segundo, sobre el concepto de las granjas verticales. Giorgio Agamben expresa que la contemporaneidad es aquel, o aquello añado yo, que dividiendo el tiempo e interpolando el tiempo es capaz de transformarlo y de ponerlo en relación con los demás tiempos. Dicho esto, estás granjas verticales reactivan nuestra relación con un tiempo pasado, donde el cultivo de alimentos era una experiencia más directa con el alimento en sí. Además, atienden un problema del presente que nos marca y que estas llamadas granjas verticales buscan resolver, desde el aprovechamiento energético y la mitigación de desórdenes alimenticios al aprovechar la frescura que brinda esta relación más directa con los alimentos que cultivamos.

Para acabar, debo traer a consideración que las granjas verticales no son el único ejemplo de contemporaneidad que expone su naturaleza pasajera. Le Corbusier fue un arquitecto contemporáneo. Su marco de diseño arquitectónico fue trastocado por los problemas de su tiempo. Su obra, la Maison Jaoul marca un umbral en su proceso de diseño donde ya no se ve ninguno de sus 5 puntos de la arquitectura. Este proceso respondió y reaccionó a una oscuridad de aquel presente, la Guerra Fría de 1954. Con ello, nuevamente demostramos que la contemporaneidad se manifiesta a modo de reacción a lo largo del tiempo, sin aparente comienzo ni fin evidente.